Hablemos del tiempo: del sol que ilumina el rastro que van dejando,
de la sombra que oscurece la periferia- su más allá- y que va cubriendo lo que ahora son,
de la lluvia que disimula sus lágrimas,
de la tormenta que se han formado en la cabeza,
de las nubes de las que no se querían bajar,
y del frío. Del frío que deja uno de ellos cada vez que se va.
Sabor a cítrico 
De los sentimientos hechos tiempo, materia fungible y maleable. Del sol y su consecuencia, la sombra, inseparables pero tan distintas. De la lluvia y su simulacro, las lágrimas, cuando un corazón llora también se produce una lluvia interior que nos cala. De las tormentas que siempre nos acechan. De las nubes en las que viajamos. Del frío, ausencia de un cuerpo, una presencia en fuga. Todo habla de lo mismo, del tiempo, de ti. Qué preciosa imagen y qué palabras tan hermosas que hablan de ti, de tu mundo, de tu tiempo.
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Un mezcla de tiempo interno y externo: el clima que sentimos por dentro y el que nos envuelve. Siempre me gustan tus palabras, tu manera de describir las imágenes y los textos, aportas tu propia visión que sugiere nuevos caminos con la misma fotografía. ¡Muchísimas gracias, Fer! me alegra que dediques parte de tu «tiempo» a detenerte por aquí 😉
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Me admira el tono sugerente con el que cuentas, sin que se contamine la imagen. Para guardar !
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Agradezco muchísimo tus palabras. ¡Qué alegría recibir un comentario así! A veces usamos la expresión «hablar del tiempo» para conversar sobre algo superficial, pero esta fotografía que hice me sugirió lo contrario.
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